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Barceló, Miquel

Barceló, Miquel

“Soy el especialista de la vida en crisis permanente”. Así se define a sí mismo Miquel Barceló, uno de los artistas españoles contemporáneos más cotizados y reconocidos internacionalmente. Su capacidad de comunicación va pareja a la proyección y variedad de su obra: enormes lienzos, pequeños dibujos, murales, grabados, ilustraciones para libros, cerámica, escultura, escenificaciones para óperas, portadas de discos, carteles, programas de televisión… En todas estas facetas imprime su carácter, esa energía y esa “agresividad” que distinguen a su obra, así como su interés por la naturaleza. Tanto en lo que respecta a los espacios, como a la vida que contienen; y siempre, con un trasfondo mediterráneo o africano que entronca su arte directamente con la tierra y con el mar. Su obra es personal, original y compleja, imposible de encasillar en ningún contexto o escuela creativa.

Miquel Barceló nace en Mallorca en 1957. La isla, “su isla”, fue donde el jovencísimo artista experimentó por vez primera con el arte. Pudiera ser que la influencia de su madre, que se dedicó a pintar durante un tiempo, tuviera algo que ver con su deseo de crear; pero sin duda, el arte corría ya por sus venas. En Mallorca aprendió a amar las grutas y el mar. Allí entró en contacto con Joan Miró, que ejerció una gran influencia en sus primeras obras (con temas de animales, una constante en toda su trayectoria, y un estilo marcadamente expresionista). En su adolescencia estudia en la Escuela de Artes y Oficios de Palma de Mallorca; con tan solo 16 años participa en su primera exposición colectiva, Art Jovenívol, y con 17 organiza su primera individual en la Galería d’Art Picarol (Cala d’Or, Mallorca). En los 70, Barceló también viaja a París y descubre la obra de Paul Klee y Dubuffet. Entra en contacto con el Art Brut, una escuela con la que se siente íntimamente relacionado y que constituye un nuevo punto de partida desde el que recorrer nuevos territorios. Miquel Barceló continúa desarrollando su enorme corpus de obra en sus tres estudios de Mallorca, Mali y París.

Texto: selección de la reseña de Marta Sánchez para Alejandra de Argos.

 

Año: Felanitx, Mallorca, 1957

OBRAS

Título de la obra: Castor au fusain

Año: 1993

Medidas: 65 x 48 cm

Técnica: Carboncillo sobre yeso

Tipología: Pintura
Inventario: 851

Contexto: Colección Fracaral. Certificado de autenticidad de la galería Bruno Bischofberger. Castor Seibel, escritor, crítico, coleccionista, experto en arte, está considerado entre los mayores conocedores de la obra de Braque, Fautrier y Barceló. Amigo de Jean Paulhan, Leonor Fini, Fernand Mourlot, Sami Tarica, Pier Vittorio Tondelli, Hervé Guibert, Giacinto Scelsi, Marcel Jouhandeau y Etiemble, Seibel mantuvo un intenso diálogo con ellos y una correspondencia no menos densa, en gran parte inédita. A través de cinco breves textos, escritos entre 1992 y 2007, Seibel investigó el universo pictórico de Barceló sin ofrecer ninguna solución aparente al misterio detrás de la materia convertida en luz y pintura. Sin encerrar el arte en un sistema sino liberando, por el contrario, una mirada lúcida de una obra que necesita preguntas constantes. Barceló, por su parte, convirtió al crítico Seibel en el tema de una de sus series de retratos más famosas.  

Sala: 16